¿Por qué la nieve nos hace sonreír? Sobre todo si no tenemos que coger el coche. Ayer me desperté a las seis de la mañana porque tenía la ropa tendida y se me estaba congelando por la nieve, pero no me importó. Luego de camino al curro me di cuenta de que no sólo yo sonreía por la calle y eso que en muchas aceras ya quedaba sólo el plastón negruzco de la nieve mancillada (toma frasecita)
Hoy me he levantado con la esperanza de que hubiera vuelto a nevar pero nada. La sonrisa había desaparecido.
Creo que me voy a comprar algo de esto para echarlo por la ventana durante todo el año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario